La fértil agonía del amor / Marcio Veloz Maggiolo
Tipo de material: TextoIdioma: Español Detalles de publicación: Santo Domingo : Santuario, 2015Descripción: 144 pág. ; 21 cmISBN: 9789945460827Tema(s): Novela dominicana | Literatura dominicanaResumen: El deseo se fue haciendo obsesivo. No podía concentrar actividad. Las llamadas no tenían sentido si junto al teléfono no estaba Emilia... (Me miraba con ojos terriblemente ansiosos. Yo qué iba a decirle; era en verdad mi jefe; tan impecable, tan vestido siempre de azul; con esa inteligencia que atrae el amor de las mujeres como si el hombre fuese miel y el amor abejas girando... Yo repetía su nombre por las noches... Gabriel, Gabriel, y sabiendo que traicionaba la memoria de Juan, lo hacía... Cuando me acercaba con las manos llenas de papeles para indicarle donde debía firmar los formularios de copias azules o rojas, pensaba que su timidez lo llevaría al descalabro. Pero y la mía?... Muchas veces, antes de mi separación de Juan, pensé en darle un beso, así de repente. Pero cómo reaccionaría un hombre circunspecto y tan formal? Sabía perfectamente que su mirada no era la de un amigo. Además -y esto es importante- sus mejillas se sonrojaban con frecuencia, y yo, como mujer que he sentido el amor y que he visto tantas mejillas sonrojadas, sabía que el deseo le llenaba los sentidos).Tipo de ítem | Biblioteca actual | Colección | Signatura | Copia número | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras |
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Libros | CID-Babeque Literatura Dominicana | Literatura Dominicana | 82-34 (Navegar estantería (Abre debajo)) | e.1 | Disponible | 13559 |
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El deseo se fue haciendo obsesivo. No podía concentrar actividad. Las llamadas no tenían sentido si junto al teléfono no estaba Emilia... (Me miraba con ojos terriblemente ansiosos. Yo qué iba a decirle; era en verdad mi jefe; tan impecable, tan vestido siempre de azul; con esa inteligencia que atrae el amor de las mujeres como si el hombre fuese miel y el amor abejas girando... Yo repetía su nombre por las noches... Gabriel, Gabriel, y sabiendo que traicionaba la memoria de Juan, lo hacía... Cuando me acercaba con las manos llenas de papeles para indicarle donde debía firmar los formularios de copias azules o rojas, pensaba que su timidez lo llevaría al descalabro. Pero y la mía?... Muchas veces, antes de mi separación de Juan, pensé en darle un beso, así de repente. Pero cómo reaccionaría un hombre circunspecto y tan formal? Sabía perfectamente que su mirada no era la de un amigo. Además -y esto es importante- sus mejillas se sonrojaban con frecuencia, y yo, como mujer que he sentido el amor y que he visto tantas mejillas sonrojadas, sabía que el deseo le llenaba los sentidos).
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